La élite occidental ya está desesperada
Estos días habréis visto decenas de reportajes sobre los dos años de conflicto en el país 404, antes conocido como Ucrania, y se han producido en el momento en que el país 404 y el Occidente colectivo han recibido otra monumental paliza en Adeyevka.
No hay que dejar que el ánimo decaiga, y menos si se suman otras «pequeñas» cosas como el que los hutíes han hundido un barco en el Mar Rojo, que los palestinos siguen resistiendo al «invencible» ejército sionista, o que la rebelión anticolonial en África da un paso más cuando los tres países que componen la Alianza de Estados del Sahel abandonan en bloque la Confederación Económica de Estados de África Occidental (una creación del colonialismo francés para tener a estos países bajo su control).
Es en este contexto en el que hay que situar al gagá Biden volviendo a insultar a Putin, al pequeño Napoleón (Macron) diciendo que hay que enviar tropas de la OTAN al país 404, o al perro faldero mayor de EEUU, el secretario general de la OTAN, diciendo que está muy bien que se ataque a Rusia con armas occidentales, todo muy normal, ¿no?. Son muestras claras, evidentes, del nivel de desesperación y pánico al que está llegando esta pérdida de cordura y sensatez. Porque Rusia, un solo país, está dando una monumental paliza a la OTAN (31 países).
Es el casi último intento por mantener a los borregos asustados, o sea, a nosotros, porque poco a poco parece que ese estado borreguil comienza a desmoronarse. Al menos es lo que tiene que reconocer el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, uno de los tanques pensantes «liberales» del zombi que conocemos como Unión Europea.
Años de propaganda, años de hedor en los estercoleros mediáticos no están logrando más que lo que veis. Por lo tanto, hay que asustar, porque ellos mismos están asustados. Esto no significa que mañana vayamos a tomar los palacios de invierno de ningún sitio, pero el cansancio es evidente, y más cuando los que nos gobiernan (porque nos dejamos) aumenten el presupuesto para armas en vez de en las necesidades básicas, educación o sanidad. Ya hay oficialmente un país de la UE en recesión, y no es un país cualquiera: Alemania.
Los vasallos de EE.UU. están cerrando, uno tras otro, el simulacro de «investigación» sobre la voladura del gaseoducto nord-stream II sin señalar al culpable, a su patrón, y no tienen ni idea de qué hacer porque ni su patrón sabe qué hacer. No hay plan B. Su prepotencia y arrogancia neocolonial les ha llevado a esto. Por eso recurren a toda esta sarta de estupideces. En su línea: dar miedo a ver si así unos, nosotros, volvemos al redil, y otros (los rusos) se asustan. Lo primero es fácil; lo segundo no.
La derrota de Adeyevka, ha pinchado de forma definitiva el enorme globo propagandístico sobre la «inevitable» victoria del país 404 -y de Occidente- sobre Rusia. Y más cuando otra de las «wunderwaffen», de las armas maravillosas, el tanque Abrams estadounidense arde maravillosamente igual que antes lo hizo el «Leopard» alemán y luego el «Challenger» británico.
No se puede endulzar lo que en esencia es amargo, por eso hay que decir lo que se dice y convocar apresuradamente cumbres, como la de París de este fin de semana pasado, en apoyo del país 404. Hay que hacer algo, aunque sea verbalmente. El problema es que van a tener problemas como los borregos dejen de ser definitivamente borregos, si hay que hacer caso a la encuesta de arriba. La pregunta no es tanto para los que nos gobiernan como para nosotros ¿estamos dispuestos a ir más allá?
Las élites gobernantes están desesperadas, están en pánico total. Por eso van a dar un empujón con los aviones, y lo harán pronto. Pero también arderán. Y también hay una cosa cierta: operarán desde aeródromos de países de la OTAN, como Rumanía, por ejemplo.
Occidente está a un paso de hacer algo colosalmente estúpido. Rusia seguro que tiene claro que no hay que hacer movimientos bruscos, pero la paciencia tiene un límite. ¿Dónde está el límite de la nuestra?
Postdata:
Una constatación más, tardía: el reconocimiento oficial de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, agencia de la ONU, siete años después, de que uno de los famosos ataques químicos achacados al gobierno de Al Assad en Siria era falso, fue un montaje de los valerosos «luchadores por la libertad» yijadistas patrocinados por Occidente. Un Occidente que bombardeó Siria utilizando esta acusación.
Extracto del blog El territorio del Lince
Un comentario
Rincón
Se les acaban los panfletos a las élites…